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Se puede considerar que la inspiración para crear una obra de arte es un intento de comprender la emoción hacia un objeto o tema, ficticio o real, a través del prisma emocional del artista. El tema toma forma en el lienzo, en un pedestal de escultura o de alguna otra manera en algo tangible que habla al espectador en un lenguaje universal de sentimientos.
La necesidad de compartir el pensamiento emocional a través de la pintura fue expresada claramente por el famoso artista ruso Anatoli Gostev: "Me paro allí, detrás del lienzo, en cada una de mis pinturas y hablo contigo. Si es exitoso o no, no me corresponde juzgar. Este es mi lenguaje y cada vez que pinto, es como si fuera la última vez. Así ha sido durante muchos años".
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La contemplación de una obra de arte es un acto emocional. Detente, no te hables a ti mismo y trata de inhalar la obra como si fuera una respiración profunda. La respuesta interna, como un diapasón, identifica con precisión el objeto artístico en el sistema "propio-ajeno". La obra de arte solo puede complementar tu mundo cuando sientes una conexión emocional con ella.
En el siguiente paso, intenta comprender y analizar los sentimientos que la "respiración" de la obra de arte ha despertado en ti. Verifica tus sensaciones y pensamientos varias veces, por ejemplo, escribiéndolos en papel. Si encuentras la palabra "belleza" allí, puedes comenzar a analizar una posible inversión futura.
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No se apresure a invertir en tendencias, piense en lo que le gustará ver a largo plazo. Si compra una pintura que le gusta, siempre tendrá una pintura que le gusta. ... a diferencia de las acciones de una empresa quebrada o de una tendencia del verano pasado. Por lo tanto, el hecho mismo de adquirir una contemplación emocional es una inversión beneficiosa.
En cuanto al aspecto financiero de las inversiones en arte, se puede recurrir a las estadísticas: el 88% del arte contemporáneo y el 80% del impresionismo y el modernismo aumentan de valor cuando el propietario los mantiene durante más de 10 años, según un informe de Deloitte. El valor total de los activos relacionados con objetos de arte fue estimado en $2,174 billones por Deloitte en 2022.
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La posesión de una obra de arte es única debido a la singularidad de la obra. Usted ha invertido y posee algo que no existe en ninguna otra parte del mundo. Por lo tanto, usted posee una fuente única de emoción y sólo usted tiene el derecho de ofrecerla o venderla a otros para su contemplación y disfrute. Así, se convierte en poseedor de una propiedad fluida.
La propiedad garantizada, tenga la seguridad, reside en su corazón. Es allí donde se encuentran sus activos, que llevará consigo hacia la eternidad. Los billetes y objetos permanecerán aquí, donde les corresponde. Nosotros - FABER VISUM que significa "creando imágenes" en latín, le ayudaremos a poseer lo que muchos ni siquiera han soñado - una simbiosis de valores espirituales y materiales.
En el mar de piedras buscamos perlas de esencia
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